

Denunciante de Harvey Weinstein reitera acusación de violación en nuevo juicio en Nueva York
"Me dije: 'me está violando, es así'", contó la exasistente de producción Miriam Haley el miércoles en el juicio al exmagnate del cine Harvey Weinstein que se ha vuelto a sentar en el banquillo por agresión sexual y violación.
El otrora todopoderoso hombre de Hollywood, cuya caída provocó el movimiento #MeToo, había sido condenado en 2020 a 23 años de cárcel por violación y agresión sexual. Pero el Tribunal de Apelaciones de Nueva York anuló la condena el año pasado por defectos de forma.
Al igual que hace cinco años, Haley explicó largo y tendido lo que pasó aquel día de julio de 2006 tras aceptar una invitación para ir al apartamento neoyorquino del magnate, cuando era una joven ayudante de producción en busca de trabajo.
Ya conocía al productor de películas como "Pulp Fiction" y había rechazado sus insinuaciones, pero la joven nacida en Helsinki acababa de terminar un contrato en un programa de televisión producido por el magnate.
En el apartamento, situado en el barrio bohemio de Soho, el productor se "lanzó" rápidamente sobre ella y la "besó" a la fuerza, mientras intentaba resistirse.
"Me levanté" del sofá, "él también se levantó", agregó desde el estrado entre el jurado y el juez.
Entonces, Weinstein la empujó a un dormitorio y después a la cama, donde la sujetó con todo su peso y "con mucha fuerza".
"No pude zafarme y me dije: 'me está violando, es así".
Sin poder contener el llanto, contó que pidió a Weinstein que parara porque tenía la menstruación, pero él le retiró el tampón y la forzó a tener sexo oral.
Sin saber qué hacer, y temiendo que se pusiera violento, decidió "aguantar".
No presentó cargos, en parte porque su visado no le permitía trabajar y temía ser deportada.
La semana pasada, dos amigas de la época, entre ellas su compañera de apartamento, corroboraron su versión, afirmando que ella les dijo entonces que había sido víctima del productor.
Sentado en su silla de ruedas frente a su acusadora, Weinstein, de 73 años, por momentos movía la cabeza como refutando sus declaraciones.
El resto del tiempo, escuchaba atento e impasible, con la cabeza reposando sobre una mano y el otro brazo apoyado en el respaldo de su silla.
- "Estaba desesperada" -
Disminuido por una larga lista de problemas de salud, logró que el juez le autorizara finalmente dormir en un hospital y no en la cárcel de Rikers Island, donde cumple otra condena de 16 años dictada por un tribunal de California por violación.
Más de 80 mujeres le han acusado de acoso, agresión sexual o violación, aunque en Nueva York está siendo juzgado por tres episodios, dos de ellos ocurridos en 2006 y otro en 2013.
El acusado se defiende asegurando que las relaciones siempre fueron consentidas.
Sus abogados ya han señalado que Miriam Haley mantuvo contacto con él en los meses posteriores a la agresión de la que dice haber sido víctima, y se espera que le sometan a un interrogatorio descarnado, como en 2020.
Tras ser interrogada por la fiscalía, Haley confirmó que vio de nuevo a Weinstein a fines de julio de 2006 y que mantuvo relaciones sexuales con él, esta vez sin oponer resistencia.
"Me sentí tan estúpida", dijo. Y en aquel momento, "estaba desesperada por encontrar un trabajo".
"No podía ir a la policía, no podía hablar en los medios de comunicación... Quería ganar dinero, profesionalmente", añadió.
El testimonio de Haley, una de las tres acusadoras en el juicio, continúa este miércoles con el contrainterrogatorio de la defensa, que pretende hacer hincapié en que había mantenido contacto con Weinstein a pesar de la agresión que relata.
N.Uluwehi--HStB