Honolulu Star Bulletin - Drones Rusos violan Polonia

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Drones Rusos violan Polonia




Polonia derribó varios drones de origen ruso que violaron su espacio aéreo durante la noche del 9 al 10 de septiembre de 2025, en el que Varsovia calificó como el episodio más significativo de intrusión aérea sobre territorio aliado desde el inicio de la guerra en 2022. El Gobierno polaco activó el Artículo 4 del Tratado del Atlántico Norte para consultas urgentes y, en respuesta, la Alianza anunció un refuerzo inmediato de su postura defensiva en el flanco oriental.

Según el Estado Mayor polaco, al menos 19 aparatos no tripulados cruzaron la frontera oriental en el contexto de una ofensiva aérea rusa contra objetivos en Ucrania. Las autoridades cerraron de manera temporal el espacio aéreo en cuatro aeropuertos —incluidos los dos de Varsovia— y emitieron alertas a la población en varias voivodías del este. En la localidad de Wyryki‑Wola, el impacto de un dron dañó gravemente una vivienda sin causar víctimas.

La respuesta defensiva movilizó a cazas F‑16 polacos y aparatos aliados, junto con aeronaves de vigilancia y reabastecimiento en vuelo. Por primera vez desde 2022, aeronaves de la OTAN abatieron drones rusos sobre territorio aliado. Fuentes militares consideran que varias trayectorias apuntaron hacia Rzeszów‑Jasionka, el principal nodo logístico de la OTAN para el apoyo a Ucrania.

Moscú ha negado haber tenido la intención de golpear Polonia y atribuye la incursión al entorno de combate en Ucrania; Varsovia, por su parte, sostiene que se trató de una acción deliberada para “probar” la cohesión y los tiempos de reacción aliados. Algunas rutas de vuelo atravesaron Bielorrusia, lo que eleva la tensión en un momento en que Minsk y Moscú ejecutan maniobras conjuntas cerca de la frontera.

La Alianza Atlántica anunció la operación Eastern Sentry, concebida para adaptar y reforzar la defensa aérea desde el Báltico hasta el Mar Negro con despliegues rotatorios de cazas, plataformas de alerta temprana, sistemas antiaéreos y medios navales. Entre los activos adicionales se incluyen cazas F‑16, Rafale y Eurofighter, además de una fragata para defensa aérea integrada. La prioridad declarada es “defender cada centímetro de territorio aliado” y reducir ventanas de vulnerabilidad frente a enjambres de drones de bajo coste.

Mientras continúan los análisis de trayectorias y fragmentos recuperados, Polonia ha restringido el tráfico aéreo menor en su frontera oriental y prohibido vuelos de drones recreativos en la zona hasta nuevo aviso. La industria aeronáutica europea, por su parte, observa con preocupación el incremento de riesgos operativos, desvíos y costes asociados a cierres temporales del espacio aéreo.

El incidente consolida una tendencia: incursiones esporádicas de misiles o drones que, de manera creciente, rozan o penetran espacios aéreos de países de la OTAN limítrofes con Ucrania. Sin embargo, la escala de la violación de esta semana y la respuesta multilateral marcan un punto de inflexión operativo y político. Para los aliados, la lección es doble: acelerar la malla de defensa aérea multinacional y mantener la disuasión creíble en un entorno en el que los vectores baratos, saturantes y con guiado rudimentario pueden forzar decisiones de alto riesgo en cuestión de minutos.